La villa italiana de Rímini, en la costa del Adriático

A esta zona del país se la conoce también como la Riviera de Rímini, ya que está constituida por una sucesión de pueblos. Todos ellos cuentan con sus propias playas, perfectamente equipadas, y seducen a sus visitantes con su patrimonio histórico y artístico, su oferta gastronómica y sus productos artesanales. Desde hace más de 160 años, a Rímini acuden turistas llegados de todos los rincones de Europa.

El éxito estival de Rímini mucho tiene que ver con su clima oceánico, que en verano le proporciona unas temperaturas que rondan los 30 grados. Los inviernos son algo fríos, con temperaturas entre los 0 y los 5 grados centígrados, pudiendo llegar incluso a nevar a orillas del mar.

Rímini posee un reputado patrimonio monumental, que incluye lugares tan históricos como el Arco de Augusto, que fue construido en honor de Augusto en el año 27 a.C. Está situado en la confluencia de la vía Flaminia y la vía Emilia. Otras joyas monumentales de Rímini son el Puente de Tiberio, que comenzó a construirse en el año 14 a.C. y fue terminado en el año 21 d.C., bajo mandato de Tiberio; el Castillo Sismondo, del sigo XV, que está considerado la obra maestra de la arquitectura militar Malatestiana; el Templo Malatestiano, que originalmente fue edificado por la orden Franciscana en la segunda mitad del siglo XIII, aunque fue reconstruido en el siglo XV por Segismundo Malatesta; el Anfiteatro Romano o la Iglesia de San Julián (San Giuliano), de finales del siglo IX, que fue totalmente restaurada en el siglo XVI. En su interior se puede ver un gran retablo de Paolo Varonese, del año 1588, y un díptico del pintor Bittino da Faenza del año 1409.

La gastronomía de Rímini es el resultado de una fusión entre las cocinas tradicionales de las regiones de Emilia-Romaña y Las Marcas. Se caracteriza por aunar productos de de mar y de monte. Pero no sólo encontraremos una cocina tradicional, también otra gastronomía mucho más innovadora. Las recetas más típicas de la zona son la piada, que es un pan muy fino, parecido a una tortita, que se come caliente y acompañado de jamón, embutidos o quesos crema; los platos de pasta, como los tagliatelle, los strazzapreti, los raviolis, los ñoquis o los cappelletti; el ragú de carne, las carnes a la brasa o el pescado preparado de múltiples maneras. Como acompañamiento, los vinos de las colinas de Rímini: el Sangiovese, el Trebbiano o el Pagadebit.

La oferta de hoteles en Rímini incluye alojamientos de cinco estrellas, como el Grand Hotel Rimini E Residenza Grand Hotel; de cuatro estrellas, como el Savoia Hotel Rimini, el Hotel Parco Dei Principi, el Hotel Villa Rosa Riviera o el Hotel Best Western Nettunia; de tres estrellas, como el Hotel Regina o el Hotel Moderno, o de dos estrellas, como el Hotel Ariosto o el Hotel Due Toori, entre otras muchas posibilidades.

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A todos los atractivos turísticos de Rímini, como sus playas, su bello entorno natural, su interesante patrimonio monumental e histórico o su oferta gastronómica, se une la tradicional hospitalidad de sus habitantes. La ciudad es famosa por la buena acogida que reciben sus visitantes.

No faltan en Rímini magníficas propuestas de cultura y ocio, y la villa cuenta con un completísimo calendario de eventos. Durante nuestra estancia en Rímini podremos disfrutar de citas culturales, exposiciones de arte, espectáculos, eventos deportivos, festivales teatrales y cinematográficos o ferias dedicadas a promocionar los productos gastronómicos locales y también las tradiciones de esta bonita y recomendable zona de Italia.