La ciudad de Enna, el ombligo de Sicilia
Situada en el mismo centro de la isla italiana de Sicilia, la bella ciudad de Enna se halla sobre un monte que la proporciona unas excepcionales vistas de la isla, incluso del volcán Etna.
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La ciudad de Enna, ubicada en la provincia del mismo nombre, se encuentra en la parte central de la isla de Sicilia, en Italia. Su situación es muy especial, ya que que se halla sobre un monte de 1.000 metros de altura desde donde se denomina prácticamente toda la provincia. En días despejados incluso se pueden ver lugares tan alejados como el volcán Etna o la ciudad de Erice.
El estar emplazada en el centro insular hizo que los romanos la otorgaran el nombre del Umbilicus Sicilae, ombligo de Sicilia. Esto también significa que no tiene salida al mar, pero posee un hermoso entorno natural integrado por lagos y bosques de pinos, robles y hayas.
En la ciudad podremos disfrutar de su destacado patrimonio arquitectónico, en el que sobresale el castillo suevo-aragonés de Lombardía.
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El tiempo en Enna
El clima local es de tipo mediterráneo. A pesar de su altitud, superior a 900 metros sobre el nivel del mar, resulta más suave que el de otras muchas poblaciones del centro y del sur de la isla.
La temperatura media anual es de casi 14 grados centígrados. Los meses de invierno son frescos, con una media de 6 grados, pero a partir del mes de abril la temperatura comienza a subir por encima de los 10 grados, siendo la temperatura media en el mes de julio superior a los 25 grados.
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Qué ver en Enna
La ruta del patrimonio monumental de esta villa siciliana comienza en la Plaza Neglia, donde se encuentra la Iglesia de Santo Tomás. Desde allí se puede recorrer las cinco plazas más grandes de la ciudad hasta llegar al castillo de Lombardía, que es el edificio más simbólico de la villa. Se construyó en la Edad Media sobre una fortaleza árabe que restauraron los normandos.
Durante el trayecto entre en la Paza Neglia y el castillo se pueden visitar el Palacio Varisano, el Palacio Pollicarini, la Torre de Federico II, la Puerta Janniscuru, la Catedral de Enna, el Santuario de Papardura Superior, la Iglesia del Espíritu Santo o la Iglesia de San Leonardo Abad.
Los vestigios arqueológicos más importantes se encuentran en la Plaza Armerina, como los cuarenta magníficos mosaicos, en perfecto estado de conservación, que decoraban una antigua villa romana.
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Qué comer en Enna
La gastronomía de la provincia de Enna está basada en los productos agrícolas y ganaderos que se dan en la zona, como las hortalizas, las legumbres, los huevos o los quesos. Son realmente recomendables los espárragos salvajes, las achicorias con sabor amargo o el hinojo salvaje.
Entre los platos más típicos se encuentran la pasta con puré de alubias, con coliflor o con brécol; la pasta alla carrettiera, la pasta con berenjenas y tomates, el cordero o el cabrito al horno y los quesos de la zona, como el piacentino y el queso ricotta.
Si eres goloso, no dejes de probar los vucciddati, unas galletas rellenas de higos secos, miel, fruta confitada y almendras tostadas, o los cannateddi, unos dulces típicos de las fiestas de Pascua.
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Qué hacer en Enna
Tras haber conocido el interesante patrimonio de la ciudad de Enna, y haber saboreado la cocina local, llega el momento de deleitarse con su precioso entorno natural de bosques y lagos. Sus bellos paisajes resultan perfectos para realizar actividades como el senderismo o hacer excursiones a caballo o en bicicleta.
Son parajes destacados los montes Altesina y Scalpello, el arroyo Giangagliano o el lago de Pergusa, un paraíso para los aficionados a las aves. Desde los lagos de Olivo, de Pozzillo y de Ogliastro se pueden fotografiar impresionantes atardeceres.
Conviene saber que en toda la provincia de Enna se celebran a lo largo del año numerosas ferias, fiestas y conmemoraciones históricas, como las procesiones de Semana Santa, que son muy parecidas a las castellanas o a las andaluzas.