Trento, una ciudad italiana con aire austriaco
De obligada visita en el norte de Italia, Trento es una población a la que se le nota su herencia austriaca, y que es conocida como “la ciudad alpina del Renacimiento”.
Situada en la región de Trentino-Alto Adigio, la ciudad de Trento ejerce como capital de la provincia autónoma del mismo nombre, en Italia. Se encuentra ubicada en el profundo valle del Adagio, y es conocida a nivel mundial porque fue la sede del famoso Concilio de Trento en el siglo XVI, en el que se decidía sobre las reformas protestantes planteadas por el alemán Martín Lutero y las creencias de la iglesia católica ante la crisis que afrontaba en esta época.
Esta villa italiana perteneció a Austria hasta la I Guerra Mundial, y eso es algo que se nota mucho. La influencia austriaca se puede apreciar hoy en día en sus calles, en sus casas y también en sus costumbres.
Uno de los eventos más señalados de esta población son las “Fiestas Vigilianas”, que tienen lugar entre el 22 y el 26 de junio, siendo un buen momento para conocer la ciudad. Se trata de una manifestación histórico-folclórica que lleva el nombre del patrón local, San Vigilio, y que rememora las tradiciones de la ciudad durante la época del Renacimiento y del Concilio de Trento, entre 1545 y1563.
Paseo monumental y parada a comer en Trento
Esta población italiana resulta muy cómoda para recorrer por su pequeño tamaño, y siempre está muy animada. Podemos comenzar el recorrido por el Castillo del Buonconsiglio, que se encuentra en la parte más alta, dominando sobre la ciudad. Está rodeado por grandes murallas, y no sólo es uno de los principales monumentos de Trento, también de la región.
Proseguimos la visita por el centro histórico de Trento, que es de estilo principalmente renacentista, de ahí que se la conozca como “la ciudad alpina del Renacimiento”. Allí podremos visitar la histórica Plaza del Duomo, que alberga la Fuente de Neptuno, del siglo XVIII, el Palacio Pretorio y el Duomo o Catedral de San Vigilio, donde tuvo lugar el histórico Concilio.
Tanta visita nos abrirá el apetito. Llegado este momento, descubriremos que la cocina local cuenta tanto con influencias italianas como austriacas, y más concretamente del Tirol. Así, encontramos platos como la polenta, la anguila a la trentina, la pasta con alubias, el pastel de macarrones, la salchicha cocida al horno, la tortilla con harina y leche, el gulash o el canederli. Además, de esta parte de Italia es muy típica la carne “salada”, una carne conservada en salmuera con hierbas aromáticas. Podrás acompañar todo estas viandas con los vinos de la provincia de Trento, como el Muller Thurgau, el Marzemino, el Moscato, el Casteller y el Teroldego.
Otros motivos para viajar a Trento
Son muchas las razones que invitan a viajar a la ciudad de Trento. Esta histórica villa cuenta con un gran patrimonio monumental, sobre todo de estilo renacentista, y también posee buenos museos y galerías de arte.
Su herencia austriaca le ha legado detalles tan originales y bellos como las casas realizadas en colores pastel y con balcones de madera, al estilo del Tirol. Curiosamente, en la villa también existen algunos edificios construidos al estilo del gótico alemán.
Y no debemos abandonar Trento sin haber contemplado uno de sus espectaculares atardeceres. Y es que la enrosadira, que es como se conoce aquí a la caída de la tarde, se caracteriza por el color rosa que adquieren las montañas Dolomitas al reflejarse en ellas la luz del sol. Un espectáculo realmente inolvidable.