Prato, la gran desconocida de la Toscana
Su cercanía a Florencia ha hecho pasar desapercibida a la bella ciudad de Prato, que posee fantásticos tesoros históricos y artísticos.
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Ubicada en la provincia homónima, Prato es una ciudad italiana situada en la región de Toscana. Se halla a sólo 15 kilómetros de la villa de Florencia, hecho que ha ensombrecido un poco la riqueza monumental y otros atractivos de esta atractiva localidad.
Posee un hermoso casco histórico, una cuidada oferta de restauración y numerosas propuestas de ocio, y actualmente alberga el principal centro textil de Europa. Sin duda será todo un descubrimiento para el viajero. En sus alrededores se pueden visitar otros interesantes municipios cercanos, como Cantagallo, Carmignano, Montemurlo, Poggio a Caiano, Vaiano y Vernio.
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Qué meter en la maleta
Antes de viajar a Prato debes saber que es una ciudad con un clima de tipo continental húmedo con influencias mediterráneas. Esto significa que en los meses de verano hace bastante calor, con temperaturas que superan fácilmente los 35 grados centígrados, llegando incluso a los 40 grados. Y no te hará falta el paraguas, porque en la época estival apenas llueve.
Si viajas en invierno, incluye prendas de abrigo, porque hará mucho frío y una notable sensación de humedad. De hecho, no es raro que la temperatura caiga por debajo de -5 grados centígrados, pudiendo llegar a nevar. Una cosa es segura, si visitas esta villa en otoño o en primavera incluye un impermeable, calzado para agua y paraguas, porque es inevitable que te llueva algún día.
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Paseo monumental por Prato
La mejor manera de empezar un recorrido por Prato es haciéndolo por su casco histórico. Allí se hallan el Castillo del Emperador o la Catedral, que alberga la venerada reliquia de la Sacra Cintola de la Virgen. También están aquí la Basílica de Santa María delle Craceri de Giuliano de Sangallo, la Iglesia de San Francisco y San Domenico, el Palacio Datini o el Palacio Pretorio.
Si te van los museos, no te pierdas el Museo de Pintura Mural y el Museo del Tesoro de la Catedral, que acogen obras de Agnolo Gaddi, Paolo Uccello, Filippo y Filippino Lippi, Donatello o Michelozzo. De lo más curioso es el Museo del Tejido, que cuenta con muestrarios y documentos que se remontan al siglo V. También es muy interesante el Museo de Ciencias Planetarias, donde podremos ver diversas muestras de meteoritos y minerales de gran valor.
En los alrededores de la ciudad se pueden visitar la necrópolis y los restos etruscos de Comeana y Artiminio, o los yacimientos de Gonfienti.
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Placeres gastronómicos en Prato
Siguiendo la línea de la cocina tradicional toscana, la cocina local es sencilla pero deliciosa. Su plato más típico es el apio a la pratense, que se elabora con los tallos más tiernos de esta verdura, los cuales se rellenan con higaditos de pollo, carne de ternera, huevo y especias. Se acompañan con salsa de carne o de tomate.
Otros populares platos son los tortelli de patatas, el conejo rifatto, la sopa de pan, la pasta con alubias, la farinata con il cavolo nero o la ribollita.
No te marches de la ciudad sin haber probado y comprado la mortadela que aquí elaboran, así como dulces tan ricos como las galletitas de Prato. Existe una buena producción en la zona de aceite de oliva extra virgen, el cual se puede degustar con el típico pan local, llamado Bozza. Como maridaje, los vinos de la zona de Carmignano y el Pinot Nero di Bagnolo.