La isla de Lipari, una preciosa joya siciliana
Considerada Patrimonio de la Humanidad, la isla siciliana de Lipari es un maravilloso cóctel de playas, lugares históricos, naturaleza y rincones llenos de encanto. ¡Agítalo y disfruta!
En el archipiélago volcánico de las Eolias, en pleno mar Tirreno de Italia, se halla la isla de Lipari. Administrativamente pertenece a la provincia de Mesina y a la región de Sicilia, y es la isla de mayor tamaño del archipiélago, además de la más poblada. De hecho, por su tamaño, es habitual que mucha gente conozca a este archipiélago como las Islas Lipari. Y aún así es una isla más bien pequeña, pero llena de encanto.
En el año 2000, las islas Eolias fueron inscritas en la lista del Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Los motivos son muchos, pero sobre todo por su mar azul turquesa, sus hermosas playas, sus monumentos, sus restos arqueológicos o sus fiestas y tradiciones.
Y por su puesto, su maravilloso clima mediterráneo, que proporciona una temperatura media anual en torno a los 18 grados grados centígrados. Agosto, el mes más cálido del año, nos recibirá con una temperatura media de 26 grados, y si visitamos la isla en enero, el mes más frío, disfrutaremos de un promedio de 12 grados.
Mucho que ver en Lipari
Un buena forma de comenzar el recorrido por Lipari es visitando sus dos ensenadas, la de Marina Larga y la de Marina Corta. Y justo en medio de ambas se halla la acrópolis, en un promontorio que divide las dos Marinas. Allí se encuentra el recinto amurallado, que acoge la catedral y el castillo.
La catedral, dedicada a San Bartolomé, se remonta al año 1080, y la mandó construir el rey normando Roger I. Su aspecto actual se debe a una reconstrucción realizada en el siglo XVIII. Una vez dentro, nos llamará la atención una estatua en plata de San Bartolomé y una preciosa tabla de comienzos del siglo XVII, llamada la Madonna del Rosario.
El Castillo de Lipari se caracteriza por sus torres griegas y por otros tipos de construcciones medievales, además de contar con una muralla de la época de la dominación española. Se halla en lo alto de una roca volcánica, a 50 metros sobre el mar Tirreno. Hoy en día alberga el Museo Arqueológico, donde podremos ver el material procedente de las excavaciones que tuvieron lugar tras la II Guerra Mundial. Otras visitas altamente recomendables son la de la Iglesia Addolarata, de origen medieval, y la Iglesia Immacolata, de mediados del siglo XVIII.
Planes en Lipari
Comer en Lipari es una auténtico placer. Se trata de una cocina mediterránea, en la que no faltan el aceite de oliva y las exquisitas especias que se cultivan en la isla, como la albahaca, la menta, el orégano, el romero o el ajo. Prueba un plato de pescado fresco hecho a la parrilla con aceite de oliva y limón, o cubierto con una fina capa de migas de pan y acompañado de tomates, alcaparras, albahaca y ajo. Finaliza tu comida con unos dulces cannolis, con un buen pedazo de cassata o con pasteles de almendra, y acompáñalos con alguno de los vinos de dulces de las islas, como el Passito o la Malvasia.
Te recomendamos alquilar un coche, una moto o una bicicleta, y recorrer la isla de punta a punta a través de la carretera panorámica, que tiene 26 kilómetros. También te puedes mover por toda la isla en autobús, y hay líneas que te llevarán hasta las principales playas, como Canneto, Porticello y la playa Acquacalda. Y no olvides hacer una parada en las originales canteras de obsidiana y piedra pómez.
En cuanto al calendario de eventos de Lipari, apunta estas citas: el Festival Internacional del Folclore, al que asisten artistas llegados de todo el mundo y se celebra en verano, o la fiesta del patrón de la isla, San Bartolomé, que se celebra en agosto con procesiones, mercadillos de productos tradicionales, bailes, música y fuegos artificiales.